el encanto cutre-freak de coney island es más que discutible, no obstante me alegro de haber podido visitar aquel lugar por el que parece no haber pasado el tiempo desde los años 50. el espíritu decadente y kitsch del parque de atracciones seguramente es único en el mundo, y probablemente tiene los días contados ya que existen planes urbanísticos que tarde o temprando acabaran definitivamente con lo poco que queda de uno de los parques de atracciones con más historia de los estados unidos. en la foto, las ventajas de un freak con muchos brazos y una insaciable sed de cerveza. |