el pasado verano estuve de vacaciones en holanda, y regresé realmente encantado. de allí volví con: el convencimiento de que aún estamos bastante lejos para considerarnos realmente un país civilizado, un buen montón de interesantes lecciones de arquitectura gracias a mi amigo jorge, un radical cambio en mis gustos femeninos ¿quién me iba a decir a mí que iban a volver a fascinarme las rubias? la idea en mi cabeza de hacerme con una bicicleta y convertirla en mi medio de transporte urbano, ah! y por supuesto, más de un millar de fotos. |